Un sueño mágico
Hoy que desperté me encontraba en casa de madera, mire a mi alrededor y supe que estaba sola, todo estaba completamente en silencio y a lo lejos solo se escuchaba el canto de los pajarillos, me levante de la cama y decidí acercarme a la ventana, al recorrer la cortina un rayo de luz entro tan radiante que cegó mi vista por un instante, en cuanto pude abrí los ojos y eche un vistazo para ubicar donde estaba y saber como había llegado ahí, todo lo que podía ver eran árboles, pasto y muchísimas flores de varios colores, todo era naturaleza, no hay cerca nada de civilización, al abrir la ventana una pequeña corriente de aire entro de prisa como si estuviera esperando impaciente para entrar por esa ventana y acariciar mi rostro desubicado y confundido, sentí una paz increíble y conforme entraba el aire fresco a mis pulmones la tranquilidad se acompañaba de paz y algo me hizo sentir que era como un sueño y que no debía temer a nada, cerré mis ojos por un instante y le permití a mi mente volver a ver ese paisaje que hacia unos momentos acaba de ver, era mágico, era perfecto, la naturaleza no se equivocaba y lo que había creado en ese bosque era lo mas perfecto que había podido ver en toda mi vida.
Luego de un rato decido salir y explorar mas de lo que hay allá afuera, tengo que vivir este momento porque no se si es un sueño y puedo despertar cuando menos lo espere, abro la puerta y siento la madera húmeda sobre mis pies, el sereno de la madrugada dejo húmedo el pórtico, pero es aún más relajante el sentir que la naturaleza esta recorriendo ahora por todo mi cuerpo, no solo entra en mis pulmones sino que cada poro de mi piel respira ese hermoso y fresco aire, aún sigo pensando que como llegue ahí, pero estoy tan tranquila que rápidamente me olvido de eso, el ligero viento acaricia mi rostro, vuelvo a cerrar mis ojos y le permito a la naturaleza que me abrace, extiendo mis brazos y me dejo llevar, por primera vez en mi vida siento que vuelo, mis lagrimas empiezan a recorrer mis mejillas, pero esta vez es de dicha, de libertad, de pasión y serenidad.
Cada vez escucho mas cerca el canto de los pajarillos, ese canto tan hermoso llega hasta el fondo de mis oídos y se va hasta mi corazón, increíblemente mis latidos toman el ritmo de ese canto y mi sangre fluye con tanta fuerza que siento sobre mi pecho cada palpitación, estoy viva, mis lagrimas siguen cayendo pero empiezo a reír a carcajadas como cuando era niña, por Dios, lo que estaba sintiendo era lo mas mágico y maravilloso que jamás había experimentado, me sentí como una mujer libre, feliz, viva y poderosa, toda la naturaleza estaba a mi favor y me regalaba lo que yo tanto buscaba: Paz!
Hoy, después de tantos años me doy cuenta que no fue un sueño, todas esas sensaciones, la naturaleza, las caricias han estado ahí, pero mi ceguera espiritual no me dejaba ver que tengo todo y es tan perfecto como ese sueño, lo único que necesito es volver a cerrar los ojos y permitirle a la vida que me envuelva entre sus brazos y que yo misma me permita vivir, como yo quiera....
Edna Jycet
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