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Apróximadamente a 1 km. de distancia de la aldea donde yo vivía , habitaba un viejo solitario, en la cima de una colina como el abuelo de Heidí , pero a diferencia de este, él no era gruñón , al contrario a pesar de la distancia a la aldea más próxima , muchas personas lo visitaban y se acercaban a él por la sencillez, alegría , carisma y humano que era; mucha gente lo buscaba solo para charlar durante largas horas debajo del árbol que un día , cuando era joven sembró , lo cuidó muchos años, le puso mucha atención y los mejores abonos para que este diera grandes y deliciosos frutos pero a pesar del esfuerzo del anciano nunca fue así , jámás, aunque en contadas ocasiones lo vio florecer, nunca obtuvo un fruto, pero eso no le impidió seguir regándolo y darle cuidados. Un día sin más ni más se dio cuenta de que había comenzado a secarse; las hojas poco a poco se fueron desprendiendo de sus ramas hasta cubrir gran parte de la tierra que lo rodeaba; el pobre anciano se ent

Comienza a caer la noche, la temperatura desciende y solo siento el frío de la madrugada que llega hasta mis huesos; eh pasado bajo la noche cerca de cinco horas viendo como la luna ilumina todo lo que puede; tal como ese pueblo tan solitario y lleno de calma, así como el cantar de los grillos haciendo amena la noche; de pronto me doy cuenta que el sereno ha mojado toda mi ropa y estoy completamente fría, pero no me percate de eso, solo me dí cuenta de que en el cielo estaban brillando millones de estrellas, unas más intensas que otras, todo esto era mágico e inolvidable. Sin darme cuenta me quede dormida, me perdí entre lo real y lo distante; horas más tarde al despertar estaban los primeros rayos de sol tocando mi rostro y calentando mis mejillas heladas. Tuve un sueño maravilloso donde había hecho un viaje corto al cielo y ver de cerca una estrella, su luz era preciosa, jamás había visto tanta belleza y esplendor, la claridad de sus rayos eran infinitamente claros pero no lastimab