ZONA ARIDA...
Hoy estuve en un desierto oscuro, pero húmedo; ahí había mariposas, pájaros, lechuzas, búhos, serpientes, ratones y un poco de todo; donde la tristeza se convertía en duda, y la melancolía en un silencio total.
Era más grande el mundo que la mente en ese pequeño espacio, siendo todo un universo. Entre hierba y malesa te vi pasar, ocultando nuestras miradas en un vaso de recuerdos, dejando un sentimiento desconcertado lleno de rabia y dolor al saber que vas volando en otra dirección.
El brillo de dos estrellas no se campará con el resplandor de esas dos pequeñas avellanas que por ojos llevas; es precioso escribirte, a ti, al cielo y al mundo sin que nadie sepa lo que siento y quiero.
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